La pardalera, esencial para el cultivo del lúpulo
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3 julio, 2023El lúpulo, uno de los ingredientes clave en la producción de cerveza, requiere un proceso de secado adecuado para preservar sus cualidades y garantizar su calidad. En este artículo exploraremos el proceso completo de secado del lúpulo, desde la cosecha hasta que está completamente seco, y discutiremos por qué es tan importante realizarlo de manera adecuada.

Importancia del secado del lúpulo
El secado del lúpulo es un paso esencial en su procesamiento, ya que ayuda a preservar sus componentes aromáticos y amargos, así como a prevenir la proliferación de microorganismos indeseables. Además, el secado adecuado facilita el almacenamiento y transporte del lúpulo, garantizando su disponibilidad durante todo el año para la industria cervecera.
El proceso de secado del lúpulo comienza con su cosecha. Generalmente, el lúpulo se recolecta a mano durante su temporada de madurez, que suele ser a finales del verano o principios del otoño, dependiendo de la región. Las plantas de lúpulo se cortan y los conos, las estructuras florales que contienen los compuestos deseados, se separan de la planta.
Preparación para el secado
Una vez que los conos de lúpulo han sido cosechados, se realiza una limpieza inicial para eliminar los restos vegetales y otros materiales no deseados. Luego, los conos se llevan rápidamente a la siguiente etapa para evitar la degradación de sus componentes aromáticos.
El secado del lúpulo se realiza principalmente a través de dos métodos: el secado al aire libre y el secado mecánico.
Secado al aire libre
Después de la cosecha, los conos se extienden en capas delgadas sobre plataformas o enrejados en áreas ventiladas. El proceso es sencillo: el lúpulo se expone al aire ambiente y se aprovecha la energía solar para acelerar el proceso de deshidratación.
Durante el secado al aire libre, los conos se voltean regularmente para asegurar una distribución uniforme del calor y la deshidratación. Este proceso puede llevar varios días, dependiendo de las condiciones climáticas, la humedad ambiente y la variedad de lúpulo. Los productores de lúpulo tienen en cuenta factores como la exposición solar, la humedad relativa y la temperatura para garantizar un secado óptimo y preservar los valiosos compuestos aromáticos.
El secado al aire libre proporciona un ambiente natural que ayuda a desarrollar y mantener los perfiles de sabor y aroma del lúpulo. Además, se cree que este método puede contribuir a la formación de ciertos compuestos que generan aromas deseados en la cerveza. Sin embargo, el secado al aire libre está sujeto a las condiciones climáticas, lo que puede hacerlo menos predecible y controlable en comparación con el secado mecánico.
Secado mecánico
El secado mecánico del lúpulo implica el uso de equipos especializados, como secadoras de lúpulo. Estas máquinas controlan de manera precisa la temperatura, la humedad y la circulación del aire, proporcionando un entorno controlado para el secado rápido y eficiente de los conos.
En las secadoras mecánicas, los conos se pueden amontonar hasta una altura relativa, se colocan en bandejas o sistemas de cinta transportadora, para a continuación someterlos a un flujo de aire caliente. La temperatura y la humedad se ajustan cuidadosamente para acelerar la evaporación del agua sin comprometer la calidad del lúpulo. El tiempo de secado en este método suele ser más corto en comparación con el secado al aire libre, lo que permite un procesamiento más rápido y una mayor eficiencia en la producción.
El secado mecánico del lúpulo tiene la ventaja de ofrecer un control más preciso sobre las condiciones de secado. Los productores pueden ajustar la temperatura y la humedad según las necesidades de la variedad de lúpulo y los estándares de calidad deseados. Se trata del sistema que utilizamos para secar nuestro lúpulo gallego.
Es importante destacar que tanto el secado al aire libre como el secado mecánico tienen sus propias ventajas y desafíos. Algunos productores pueden optar por combinar ambos métodos, comenzando con el secado al aire libre y luego utilizando secadoras mecánicas para completar el proceso y garantizar una mayor uniformidad en el secado.
Control de humedad y temperatura
Durante el secado del lúpulo, es esencial mantener una temperatura y humedad adecuadas. La temperatura típica de secado oscila entre 50°C y 60°C, aunque puede variar según las variedades de lúpulo y las preferencias del productor. La humedad relativa se controla para evitar la condensación y la proliferación de microorganismos no deseados.
Una vez finalizado el proceso de secado, es fundamental verificar la humedad residual del lúpulo. Se utilizan métodos como el pesaje y análisis de muestras para asegurarse de que la humedad se encuentre dentro de los rangos adecuados, generalmente alrededor del 8-10%. El lúpulo demasiado húmedo podría deteriorarse, mientras que el lúpulo demasiado seco podría perder sus aceites esenciales y su capacidad de preservación.
En definitiva, el proceso de secado del lúpulo es una etapa esencial en su producción y conservación. Ya sea mediante secado al aire libre o mecánico, mantener una temperatura y humedad adecuadas garantiza que el lúpulo conserve sus propiedades aromáticas y amargas. La correcta ejecución de este proceso contribuye a la calidad de la cerveza y permite a los cerveceros contar con lúpulo de alta calidad en cualquier momento del año.